Es raro que esta columna comience con un gráfico de Ethereum. A primera vista, ahora parece un momento aún más extraño para hacerlo. Si bien BTC ha experimentado un aumento >2x y proyectos como Solana se multiplicaron, ETH se destacó como la llamada "moneda más odiada" del ciclo hasta ahora. Sin embargo, parece que el momento de cambiar esta narrativa se acerca rápidamente.
Destacan cuatro factores principales. En primer lugar, se acerca la fecha límite del ETF de ETH para la SEC. Aunque la SEC retrasó su decisión sobre la solicitud de BlackRock, el regulador de los mercados financieros de Estados Unidos deberá tomar su decisión a finales de mayo. Dado que a BTC le tomó años hasta que finalmente se implementó un ETF, no se garantiza su aprobación. Pero la especulación por sí sola debería garantizar entusiasmo.
Sin embargo, en un nivel más fundamental a largo plazo, ETH ha sido un activo deflacionario desde la fusión y la transición a la Prueba de Participación. Se quema más ETH durante las transacciones que el que se crea mediante la emisión. Ethereum también se elimina del suministro circulante de otras maneras: a medida que se intensifica la narrativa de la "retoma", más de 4 mil millones de dólares en ETH han sido encerrados en protocolos como Eigenlayer para obtener rendimiento adicional a cambio de extender la seguridad de Ethereum a otras cadenas. Más ETH queda encerrado en puentes, capas 2, como garantía, etc. La creciente demanda de ETH se enfrenta a una creciente escasez de oferta. No hace falta decir que, como protocolo, Ethereum es muy rentable. Varios proyectos, comerciantes y participantes de la red en general que pagan por "espacio de bloque" generan 2.4 millones de dólares de ganancias anuales. En una industria que no se caracteriza por tener fundamentos sólidos, estas cifras son difíciles de discutir.
¿Qué significa esto para las perspectivas a corto y mediano plazo de Ethereum? Como comerciantes, no estamos en el juego de las predicciones, sino en el juego de las probabilidades. Podrían producirse eventos inesperados ante un riesgo macroeconómico más amplio del mercado o una decisión repentina de la SEC de declarar a ETH como un valor. Pero salvo sorpresas imprevistas, las perspectivas son buenas.