El martes, en un movimiento dramático e inesperado, la reconocida entidad calificadora Fitch tomó la decisión de rebajar la calificación crediticia suprema del gobierno de EE. UU. EE. UU. fue degradado a un estado AA+ de su calificación AAA anterior prístina. La rebaja fue impulsada por la caída fiscal proyectada para los próximos tres años, y las ahora recurrentes negociaciones de último minuto sobre el techo de la deuda que ponen en peligro la capacidad del gobierno para cumplir con sus obligaciones. Este movimiento audaz provocó una réplica rápida y dura de la Casa Blanca y sorprendió a la comunidad inversora, dado que se produjo inmediatamente después de la resolución de la controvertida crisis del techo de la deuda solo dos meses antes. Como resultado, los participantes del mercado ajustaron rápidamente sus estrategias, buscando refugio de posibles consecuencias. Esto provocó un giro desde las acciones hacia activos de inversión tradicionalmente más seguros, como los bonos del gobierno y el dólar estadounidense.
En noticias más criptoespecíficas, Curve, un importante protocolo DeFi que lleva a cabo la creación de mercado automatizada y es ampliamente adoptado en la industria, sufrió una brecha significativa durante las últimas horas del domingo pasado cuando varios de los grupos de monedas estables de la plataforma fueron explotados por piratas informáticos. Tras la filtración, se reveló que el fundador de Curve tenía un préstamo pendiente de $80 millones garantizado por $CRV, el token nativo del protocolo. Dado que el exploit desencadenó una depreciación significativa en el precio de $CRV, el valor total en dólares de la garantía del préstamo cayó, lo que colocó al préstamo al borde de la liquidación. La posible liquidación de este préstamo podría dar lugar a la venta de la garantía depositada en el mercado abierto, lo que desencadenaría un efecto dominó de nuevas liquidaciones. En consecuencia, el fundador de Curve ha estado haciendo frenéticos esfuerzos para pagar partes del préstamo en un intento por disminuir su umbral de liquidación y reducir cualquier ramificación posterior.
Desde el punto de vista del análisis técnico, las últimas semanas han sido testigos de un período de movimiento lateral en los mercados, con Bitcoin oscilando dentro de los límites de un rango de $28,600 a $31,500. Una ruptura por encima de este rango podría catapultar a Bitcoin a nuevos picos anuales, mientras que una ruptura a la baja probablemente provocaría una regresión hacia la marca de $ 27K. Dar crédito a un escenario más optimista es un presagio técnico particular: el MACD (Media Móvil Convergencia Divergencia), que aparece en la cúspide de un cruce alcista sobre su línea de señal. La ocurrencia anterior de tal evento anunció un repunte sustancial para Bitcoin, enviándolo a más del 20%.
El panorama financiero de esta semana está marcado por la rebaja imprevista de Fitch de la calificación crediticia de EE. UU., que conmocionó a los mercados globales. Paralelamente, la subida de tipos de interés del Banco de Inglaterra trajo consigo preocupaciones y esperanzas, mientras que la brecha cibernética de Curve puso en alerta al mundo de las criptomonedas. Juntos, estos eventos pintan una imagen vívida de una economía global en constante movimiento, llena de incertidumbres, oportunidades y recordatorios de que el éxito en este intrincado panorama requiere una vigilancia constante.
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