Las últimas dos semanas han visto un repunte muy bienvenido en los criptomercados. Justo cuando el pesimismo total amenazaba con tomar el control, ninguna noticia adicional de ajuste de tasas de la Reserva Federal y la posibilidad de una próxima resolución de la guerra entre Rusia y Ucrania parecen haber levantado el ánimo del mercado. El reciente anuncio por la Fundación Luna que ha comprado más de $ 1 mil millones de Bitcoin desde enero para fortalecer sus reservas sin duda también ha ayudado.
Desafortunadamente, los fundamentos puros y los riesgos macro no han cambiado. La inflación se mantiene en niveles vistos por última vez en la década de 1970, lo que plantea la posibilidad de nuevas subidas de tipos del Banco Central. Mientras tanto, la guerra y las sanciones están elevando los precios de las materias primas, específicamente la energía y el trigo, lo que amenaza con la primera recesión global total desde 2008.
El tema para 2022 sigue siendo los 'swinging twenties': subimos, luego bajamos, luego volvemos a subir, pero sin ver nunca una ruptura real. Es un gran ambiente para los comerciantes de swing pero terrible para los comerciantes impacientes que corren el riesgo de ser cortados en los altibajos. Nadie tiene una bola de cristal, pero esperar nuevos máximos históricos pronto parecería descabellado dados los riesgos económicos existentes en general. Por otra parte, crypto siempre encuentra formas de sorprendernos. Con suerte, continuando el empuje hacia arriba.