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Osos empinados

En las últimas semanas, una poderosa tendencia conocida como inclinación bajista ha estado causando sensación en los mercados de bonos. La inclinación bajista ocurre cuando los rendimientos a largo plazo, como los de los bonos a 10 años, aumentan de manera más agresiva, lo que hace que la curva de rendimiento se incline más pronunciadamente. Es útil visualizar estos rendimientos a 10 años como una continuidad de las tasas de interés anticipadas por la Reserva Federal para la próxima década, ajustadas al valor presente. La historia indica que cuando esta tendencia se intensifica sin intervención, tiene el potencial de causar estragos tanto en los mercados de valores como en la economía en general. En los últimos meses, esta tendencia bajista ha cobrado impulso, lo que sugiere que los mercados están adquiriendo confianza en la capacidad de la economía para soportar tasas más altas de manera prolongada. Sin embargo, cuando la inclinación bajista coincide con una economía que muestra signos de debilidad, significa peligro. El mercado ha visto este patrón antes en 2000, 2007 y 2018, todos los cuales fueron seguidos por importantes recesiones económicas o de mercado. Sin embargo, el contexto actual es especialmente preocupante. A diferencia de 2018, cuando la inflación fue de un modesto 2%, lo que permitió a la Reserva Federal una amplia flexibilidad, nuestro actual entorno de alta inflación limita severamente las medidas de respuesta de la Reserva Federal. Si la historia sirve de guía, una subida bajista que coincide con signos de debilidad económica puede presagiar una desaceleración en el mercado de valores. Los operadores podrían considerar vender en corto índices bursátiles amplios o sectores que podrían ser particularmente vulnerables en una recesión.

Desde una perspectiva técnica, la segunda onda de Elliot que se muestra arriba se ha desarrollado hasta ahora con un repunte hasta los 27.5 dólares. Sin embargo, el mercado todavía está esperando la venta masiva fundamental de la Ola 3, que debería superar los mínimos locales para mantener la tendencia actual del análisis de la ola. Esta hipótesis probablemente quedaría invalidada si el valor supera los máximos anteriores de 32 dólares. Un catalizador potencial que impulsa Bitcoin El próximo ascenso podría ser la aprobación de un ETF al contado, aunque el mercado actualmente espera más claridad sobre este asunto.

Las señales combinadas de los mercados de bonos y acciones subrayan la intrincada danza entre la confianza económica y las vulnerabilidades potenciales. Los patrones históricos ofrecen lecciones, pero cada contexto económico es único. Con el contexto actual de alta inflación y la inminente venta masiva de Bitcoin en la tercera ola, un enfoque proactivo e informado será fundamental para afrontar los posibles desafíos que se avecinan.

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